martes, 27 de septiembre de 2011

Je suis folle de lui.

Soy tan estúpida que rayo varias veces tu nombre para cambiarlo y que nadie se de cuenta. Mi libro está lleno de ti y de corazones absurdos por todas partes. Mi cristal de ducha tiene el record de palabras escritas, y si te soy sincera, la mayoría tienen que ver contigo. Soy capaz de aprenderme una canción solo porque te gusta, soy tan idiota que aún creo que así podré sorprenderte. Soy tonta, increíblemente tonta, porque ensayo la sonrisa que pondré al verte y cuando te veo solo sé sonreir de una manera.. Aún tengo guardada la foto en la que salimos solo tú y yo, y miento si digo que no la miro de vez en cuando. Soy idiota porque antes de dormir pienso en todo lo que podría pasar. Porque pienso en cómo será nuestro primer beso, lo siento, mi mente no puede permitirse el lujo de creer que no lo habrá. Soy tan cría que aún me abrazo al oso de peluche pensando que eres tú y lloro cuando creo que te perderé. Soy tonta porque cada vez que el móvil suena, el pulso se acelera, el corazón late más fuerte y mi cara se deshace cuando no eres tú. Puedo pasar más de diez minutos callada con alguien y en lo que para ella habrá sido un silencio incómodo yo ya habré inventado mil respuestas a preguntas que jamás me harás. No sé por qué pero todas las canciones que escucho tienen que ver contigo o con alguna parte de nuestra historia, sí, esa historia que para ti no existe. Llámame loca si quieres pero me sé cada una de tus fotos y podría decirte al pie de la letra el comentario que te pusieron ayer. Tengo la habilidad de saberme de memoria tus tablones pero soy tan idiota que he llegado a creer que algunos iban parar mí. En cuanto a ti, sí, este también es para ti. Estoy tan obsesionada que odio que hablen alto cuando pienso en ti y si me regalas cualquier cosa, aunque sea un papel, será el mejor regalo. Pueden haber cien personas conectadas pero si tú no estás, no hay nadie. Soy tan estúpida que abro tu ventana pero no te hablo y soy aún más idiota cuando tardo adrede en contestar. ¿Sabes? Aún están nuestras iniciales en aquel banco del parque y sigo poniéndome nerviosa si vas a llegar. El reloj de mi portátil está cansado de esperar a que te conectes y mi cabeza de repetir: Va, solo esperaré cinco minutos más. Busco cualquier escusa, cualquier motivo para hablarte, me mato a pensar en qué decirte y cuando lo tengo claro, te vas. Además soy aún mas tonta cuando, por miedo a que lo sepan los demás, te trato peor que a ninguno, aunque luego me arrepiento como nadie. Soy idiota, tonta, estúpida porque hago mil cosas que no llegan a nada, porque después de todo esto voy a seguir fingiendo que no me gustas, porque soy capaz de contarte todo lo que hago, pero sobre todo, porque puede que esté algo enamorada. 
Aunque nadie me advirtió de que volverse un poco tonta era uno de los requisitos para enamorarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario